Los
Cancilleres y representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia,
Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa
Lucía, reunidos en la Ciudad de Santiago de Chile, el 23 de enero de 2018, con
el fin de seguir evaluando la situación en Venezuela:
1.
Rechazamos la decisión del Gobierno de Venezuela de convocar a elecciones
presidenciales para el primer cuatrimestre de este año. Esta decisión
imposibilita la realización de elecciones presidenciales democráticas, transparentes
y creíbles, conforme a estándares internacionales y contradice los principios
democráticos y de buena fe para el diálogo entre el gobierno y la oposición.
2.
Exigimos que las elecciones presidenciales sean convocadas con una adecuada
anticipación, con la participación de todos los actores políticos venezolanos y
con todas las garantías que corresponda, incluida la participación de
observadores internacionales independientes. Unas elecciones que no cumplan
éstas condiciones carecerán de legitimidad y credibilidad.
3.
Condenamos los actos de violencia, con la consecuente pérdida de vidas humanas,
y exhortamos al Gobierno venezolano a adoptar con urgencia medidas para
garantizar el Estado de Derecho, los derechos fundamentales de las personas y
recuperar la paz social. Asimismo, demandamos una investigación imparcial sobre
las presuntas ejecuciones extrajudiciales.
4.
Destacamos las acciones individuales y colectivas de diversos actores de la
comunidad internacional para alentar el pronto retorno a la normalidad
democrática en Venezuela. En particular, la iniciativa y el liderazgo del
Presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, para convocar a un
diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana.
5.
Reiteramos nuestro pleno respaldo a la Asamblea Nacional, democráticamente
electa, y exigimos que se le restituyan los poderes que legítimamente le
corresponden, como paso indispensable para el retorno de la democracia en ese
país.
6.
Reafirmamos la carencia de legitimidad y legalidad de los actos emanados de la
asamblea nacional constituyente y condenamos las medidas que ha adoptado y que
han resultado en la profundización del conflicto social y en el menoscabo de
las libertades en Venezuela.
7.
Condenamos que se mantengan presos políticos en Venezuela, cuya liberación sin
condiciones es un requisito indispensable para la pacificación del país.
8.
Deploramos que a pesar de que la situación humanitaria sigue empeorando en
Venezuela, el Gobierno venezolano continúa renuente a aceptar ayuda humanitaria,
lo cual se refleja en el agravamiento de los índices de desnutrición infantil,
el desabastecimiento de alimentos y medicinas y el resurgimiento de
enfermedades que habían sido erradicadas. Reiteramos nuestra voluntad para
prestar ayuda.
9.
Expresamos nuestra profunda preocupación por el éxodo de miles de venezolanos
que, por la crisis humanitaria en ese país, cruzan las fronteras cada día y
reconocemos el desafío que esta situación representa para los países de la
región, en especial para sus vecinos, incluyendo los Estados del Caribe. Nos
comprometemos a ampliar e impulsar acciones de cooperación internacional para
el fortalecimiento de las capacidades de los países de la región, e instamos a
la comunidad internacional, especialmente al Sistema de Naciones Unidas, a
apoyar estos esfuerzos.
10.
Continuaremos dando seguimiento permanente a la situación en Venezuela y nos
reuniremos cuando sea necesario.