El multilateralismo es la garantía más eficaz para la estabilidad y la coexistencia pacífica entre los Estados y es instrumental para afrontar los nuevos retos de la seguridad internacional.
Consciente de la importancia del Consejo de Seguridad para la seguridad colectiva, el Perú promueve una mayor transparencia y rendición de cuentas ante la comunidad internacional, a fin de convertirlo en un órgano más democrático y representativo.
Nuestra diplomacia se caracteriza por una activa y comprometida labor a favor de la paz y la seguridad y por su contribución al desarrollo progresivo y a la codificación del derecho internacional. El pleno respeto y la promoción del derecho internacional, los derechos humanos y la solución pacífica de las controversias son componentes históricamente esenciales de nuestra política exterior.
El Perú reconoce y promueve la competencia de la Corte Internacional de Justicia, la Corte Penal Internacional y los demás Tribunales Internacionales, de conformidad con sus respectivos estatutos.
El Perú promueve el fortalecimiento de la labor preventiva del Consejo de Seguridad con el objetivo de reducir la recurrencia de crisis y conflictos. Esto incluye hacer un mayor uso de los diferentes mecanismos para la solución de controversias disponibles dentro de la Organización.
Al respecto, apoya una acción coherente y coordinada del sistema de las Naciones Unidas basada en los tres pilares de la Carta de la Organización: la paz y la seguridad, el desarrollo, y los derechos humanos, promoviendo así sociedades justas, pacíficas e inclusivas.
El Perú condena el terrorismo y respalda la acción internacional contra este flagelo.
Apoya una respuesta sistemática y sostenida al terrorismo por parte de la comunidad internacional, a través de la aplicación de la ley, y abordando sus causas fundamentales.
Para ser eficaz, esta respuesta debe respetar los derechos humanos y el derecho internacional.
El Perú promueve medidas concretas para prevenir y combatir el terrorismo, incluyendo la criminalización de su financiamiento y el uso de Internet y redes sociales para la difusión de ideas extremistas. Asimismo, busca la restricción del acceso de estos grupos a armas de destrucción masiva. El Perú presidirá en Comité contra el Terrorismo (CTC) durante el bienio 2018-2019
El Perú es un país comprometido con el desarme y la no proliferación de armas de destrucción masiva. Fue un líder en el establecimiento de la primera zona libre de armas nucleares en el mundo a través del Tratado de Tlatelolco, y uno de los primeros en ratificar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT) y el Tratado de No Proliferación (TNP).
El Perú promueve el fortalecimiento de los mecanismos y mandatos existentes para la no proliferación nuclear, en particular las resoluciones del Consejo de Seguridad.
El Perú acoge el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC).
El Perú ha apoyado sistemáticamente iniciativas para proteger a los civiles en conflicto, así como las que persiguen el castigo de los autores de violaciones del derecho internacional humanitario, especialmente cuando mujeres, niños y otras personas vulnerables se ven afectadas.
El Perú está firmemente convencido de que la protección de los refugiados y los desplazados internos en los conflictos debe ser una prioridad para el Consejo de Seguridad.
El Perú reafirma su compromiso con la implementación del Código de Conducta desarrollado por el Grupo ACT (Rendición de cuentas, Coherencia y Transparencia) e insta a los Estados Miembros a no votar en contra de los proyectos de resolución referidos a la comisión de genocidios, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra.
El compromiso del Perú con el sistema de seguridad colectiva de la Organización se refleja en las 22 misiones en las que el país ha participado desde 1958, cuando militares peruanos fueron desplegados a la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en el Líbano (UNOGIL).
Una de las principales contribuciones del Estado peruano fue el denominado “Batallón Perú” que formó parte de la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas en el Medio Oriente (UNEF II), establecida luego del conflicto entre Egipto e Israel.
En el año 2003 el Perú suscribió un Memorandum de Entendimiento con las Naciones Unidas respecto a la contribución al Sistema de Acuerdos de Reserva de la Organización. Actualmente, es el quinto mayor contribuyente de tropas en el continente americano, participando en seis operaciones de mantenimiento de la paz. Desde su creación, el Perú formó parte de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) y está presente con una compañía de ingeniería en la Misión Multidisciplinaria de Estabilización Integrada de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA).
Asimismo, cuenta con oficiales en el Estado mayor y con observadores militares en UNAMID (Darfur), UNISFA (Abyei), MONUSCO (República Democrática del Congo), y ONUCI (Cote d’Ivoire).
Como país contribuyente de tropas, el Perú promueve una mayor eficiencia y eficacia de las operaciones de mantenimiento de la paz, la adopción de mandatos y objetivos plazos más precisos, una mejor y más adecuada adaptación y flexibilidad a las realidades específicas de cada escenario, la provisión de recursos financieros y logísticos adecuados y la capacitación del personal.
Señor Presidente,
• Deseo agradecerle la convocatoria a un nuevo debate abierto sobre la “Trata de personas en situaciones de conflicto”, que nos brinda la oportunidad de mantener este tema vivo en la agenda de este Consejo y seguir compartiendo perspectivas y experiencias para combatir este terrible crimen que se empodera en situaciones donde se agudiza la vulnerabilidad de la gente.
• Agradezco también al Secretario General por su presentación y su informe que a pesar de los avances y el compromiso en la lucha contra la trata pone en evidencia que aún quedan múltiples retos por enfrentar y esfuerzos por redoblar.
• Asimismo, apreciamos las claras presentaciones por el señor Yuri Fedotov, Director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), de la señora Maria Grazia Giammarinaro, Relatora Especial sobre trata de personas, especialmente de mujeres y niños y de la señora Roseline Eguabor, Mediadora cultural de la Organización Internacional de las Migraciones.
Señor Presidente,
• La trata de personas es un fenómeno tan complejo como los horrores que genera, en la que el individuo además de ser coactado en su libertad es privado de su humanidad: explotado como una mercancía en redes de prostitución, realizando trabajos forzados o siendo víctimas de la venta de sus órganos vendidos al mejor postor.
• Por ello saludamos la adopción por unanimidad de una nueva resolución para responder de manera más efectiva, eficiente, coherente y coordinada, en concordancia con la Convención de Palermo y sus protocolos, a este problema. Al respecto, nos gustar nda.
Como próximo miembro no permanente del Consejo de Seguridad a partir del primero de enero de 2018, mi país se encuentra comprometido a seguir avanzando, no solo en el logro de la igualdad de género en las operaciones de mantenimiento de la paz, sino también en todos los ámbitos relacionados con la agenda de “Mujeres, paz y seguridad”.
Como parte de este compromiso, el Perú copresidirá junto a Suecia el grupo de trabajo informal del Consejo de Seguridad sobre “Mujeres, paz y seguridad” enfocado a tomar acciones concretas para cumplir con los mandatos establecidos por las resoluciones del Consejo de Seguridad en la materia.
El Perú está convencido de que la participación de las mujeres es esencial para la resolución de conflictos, el mantenimiento de la paz y la consolidación de la misma, ya que brindan perspectivas diferentes que enriquecen las negociaciones de paz.
En este contexto, los procesos de resolución de conflictos y consolidación de la paz también deben considerarse como una oportunidad para empoderar a las mujeres en sus comunidades a través de la promoción de su participación activa en todos los niveles de estos procesos.
Como lo ha señalado el Secretario General en su último informe sobre este tema, mejorar el acceso de las mujeres a un liderazgo significativo y su participación en los esfuerzos de paz, comienza con una activa colaboración con las organizaciones de la sociedad civil, especialmente las organizaciones dirigidas por mujeres.
En esta línea, vemos con satisfacción la tendencia de incorporar de manera sistemática una perspectiva de género en los mandatos de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, así como en la incorporación de las mujeres como actores en la prevención y solución de conflictos, y la importancia de impartir adiestramiento especializado sobre la protección, las necesidades especiales y los derechos humanos de las mujeres y las niñas en las situaciones de conflicto en el mundo.
Por ello, mi país ha venido incrementando la participación de personal femenino en cada una de las 6 misiones de mantenimiento de la paz en las que participamos, llegando actualmente a representar cerca del 15% de nuestro personal desplegado en el terreno.
El Perú también ha llevado a cabo otras medidas para implementar la agenda “Mujeres, paz y seguridad”, como la creación, a través del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, del Registro de Desplazados, que ha permitido adoptar medidas para proteger los derechos de las mujeres y niñas en situaciones de conflicto o posteriores a un conflicto.
Del mismo modo, en el año 2005 se estableció la creación del Plan Integral de Reparaciones para las víctimas de violencia ocurrida entre los años 1980 al 2000, incluidas aquéllas que sufrieron violaciones de derechos humanos tales como la violación sexual.
Finalmente, el Ministerio de Defensa, reconociendo la importancia de la transversalización del enfoque de género, y respondiendo a la normativa nacional sobre la materia, ha creado un Comité interno para la Igualdad de Género. Dicho órgano tiene el objetivo de coordinar, articular y fiscalizar la incorporación del enfoque de género en las políticas y en la gestión institucional del sector defensa, tomando en cuenta los aspectos de planeamiento, recursos humanos, educación, políticas, estrategias y comunicacionales, en todas las esferas, incluyendo a las misiones de mantenimiento de la paz donde participa el Perú.
Señor Presidente:
El Perú cree firmemente que la agenda de “Mujeres, paz y seguridad” debe ocupar un lugar central en el proceso de reforma de las operaciones de mantenimiento de la paz que emprenden las Naciones Unidas, y trabajaremos firmemente para que esto sea posible.
Asimismo, mi país considera que la igualdad de género a destacar algunos elementos de este nuevo esfuerzo colectivo que consideramos de crucial importancia.
• Primero, los nexos cada vez más claros y complejos entre la delincuencia organizada transnacional y el terrorismo. En efecto, los grupos terroristas se benefician de los lucrativos delitos transnacionales, entre ellos la trata de personas, y los utilizan para reforzar su poder y control sobre individuos que se encuentran vulnerables, siendo estas agravadas en situaciones de conflicto.
• Segundo, la relación casi intrínseca entre la trata de personas y el tráfico de migrantes, delitos que no deben ser confundidos en ninguna circunstancia con los naturales procesos migratorios. En búsqueda de mejores oportunidades o por huir de emergencias humanitarias, los migrantes y refugiados suelen ser víctimas fáciles de las redes de tratantes y traficantes que se aprovechan de esta vulnerabilidad, a las cuales se suma en ciertas circunstancias una carencia institucional.
• Tercero, la adopción de un necesario enfoque diferenciado que tome en cuenta las especificidades de las circunstancias de las que son víctimas las mujeres y los niños. Desde la identificación de vulnerabilidades con miras a la prevención hasta la atención a las víctimas. Asimismo, en particular la perspectiva de género debe ser adoptada también en la concepción y aplicación de la ley.
Señor Presidente,
• El Perú, respetuoso de los derechos humanos y las libertades fundamentales, considera imperativo luchar contra la trata de personas desde una estrategia completa, comprehensiva y coordinada del delito que toma en cuenta los elementos previamente enunciados.
• En efecto, nuestro Plan Nacional Contra la Trata de Personas 2017-2021, fruto de un proceso de reflexión y elaboración inclusivo, adopta diversos enfoques y planos de análisis e implementación con miras a responder eficientemente a este delito.
• Entre otros, nuestro Plan toma en cuenta los factores sociales, estructurales e institucionales que agudizan la vulnerabilidad de los individuos como la inseguridad, la violencia y la débil institucionalidad del aparato estatal.
• No obstante, debido a la naturaleza transnacional del delito consideramos esencial la acción firme de la comunidad internacional, que promueva activamente la cooperación internacional tanto a nivel regional como internacional. Al respecto, deseamos recalcar el liderazgo especial de las Naciones Unidas, en particular a través de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Señor Presidente,
• Al reafirmar la enérgica condena del Perú a la trata de personas en situaciones de conflicto y en cualquier otra circunstancia, sepa que cuenta con el firme apoyo de mi delegación.
Muchas gracias.
Señor Presidente
Mi delegación agradece a la República Popular China por la organización de este debate abierto, el cual constituye una ocasión propicia para dialogar sobre el importante y necesario fortalecimiento de las capacidades regionales africanas en materia de paz y seguridad.
A pesar de los avances en la consolidación de la democracia y el gran potencial del continente africano, su seguridad se encuentra amenazada por la presencia de grupos extremistas violentos, el terrorismo y la delincuencia organizada transnacional.
En ese contexto, desde hace muchos años las Naciones Unidas han venido estableciendo oficinas regionales y misiones de mantenimiento de paz para enfrentar estas amenazas. Al Perú le complace participar en este objetivo a través de la presencia de observadores militares, personal administrativo y oficiales de tropa en cinco operaciones de mantenimiento de la paz en Africa.
Aunado a ello, la Organización ha generado alianzas estratégicas con diversas iniciativas regionales y subregionales del continente que participan de este esfuerzo común, tales como la Unión Africana, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), el G-5 Sahel, la Comisión de la Cuenca del Lago Chad y la Unión del Río Mano.
El Perú reconoce y alienta el liderazgo que han demostrado los países del África encabezando dichas iniciativas, las cuales generan un círculo virtuoso de cooperación y de sinergias positivas en el ámbito global, regional, subregional y entre los respectivos Estados involucrados.
Señor Presidente,
Desde su establecimiento en el año 2002, la Unión Africana ha desarrollado un papel fundamental en el mantenimiento de la paz y seguridad en el continente. A través del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana trabaja en la implementación de la Política Común Africana de Defensa y Seguridad, y en la puesta en marcha de la arquitectura continental de paz y desarrollo.
Al respecto, el Perú saluda el acercamiento y la complementariedad alcanzados entre la Unión Africana y las Naciones Unidas particularmente con la suscripción en abril de 2017 de un Marco Conjunto dirigido a reforzar esta asociación de paz y seguridad. Este instrumento busca fortalecer los espacios de actuación compartidos en materia de prevención, mantenimiento de la paz y superación de las causas principales de los conflictos.
Mi país considera importante, asimismo, la firme intención del Consejo de Seguridad de continuar respaldando a los países africanos en la lucha contra grupos radicales, tal como lo refiere la Resolución 2359/2017 que autoriza el despliegue de las Fuerzas Conjuntas del G5 Sahel para restablecer la paz y seguridad en la región. Con esta medida se busca hacer frente a la amenaza terrorista, la delincuencia transnacional, el tráfico ilícito de armas y drogas, y la trata de personas. El Perú considera que esquemas de esta naturaleza podrían replicarse en otras subregiones africanas.
Señor Presidente,
Si bien las iniciativas mencionadas constituyen ejemplos de la forma cómo se puede trabajar de manera conjunta en la lucha contra las amenazas a la paz y seguridad, aún quedan muchos retos por asumir.
El establecimiento y renovación de los mandatos de las misiones de mantenimiento de la paz constituyen también oportunidades de asociación con los países africanos y las organizaciones regionales y subregionales, los cuales deben ser analizados de manera concienzuda y dotados de los recursos necesarios. Asimismo, teniendo en cuenta que la paz y el desarrollo están directamente conectados, resulta necesario que la comunidad internacional participe en el fomento de las capacidades de los gobiernos a fin de hacer frente a las amenazas a la paz y seguridad en África, en el marco de la denominada paz sostenible. En ese sentido, el Perú destaca que diversos países de la región vengan adoptando reformas constitucionales, institucionales y políticas.
En conclusión, señor Presidente, el Perú reconoce que los Estados y las organizaciones africanas están llamadas a asumir mayores responsabilidades en la labor compartida de promoción de la paz y la seguridad del continente. Ello solo será posible a través de una estrecha cooperación entre el Consejo de Seguridad y las agencias del sistema de las Naciones Unidas con las diversas instancias subregionales y regionales africanas, a fin de aprovechar las ventajas comparativas con que ellas cuentan a partir del conocimiento de las amenazas y particularidades en el terreno.
Señor Presidente
Mi delegación se adhiere a la intervención realizada por la Representación Permanente de España, en nombre del Grupo de Amigos de la resolución 1540
Mi delegación agradece esta oportunidad para dialogar sobre la no proliferación de armas de destrucción masiva, así como los esfuerzos que viene desplegando la Presidencia del Comité 1540, ejercida por el Estado Plurinacional de Bolivia, con miras a fortalecer la cooperación internacional en tan importante asunto.
Para el Perú, la proliferación de armas de destrucción masiva y de sus sistemas vectores constituye una de las más serias amenazas a la paz y la seguridad internacionales. Situación que se ha agravado en los últimos años por la posibilidad que agentes no estatales, en particular grupos terroristas, puedan desarrollar o adquirir, y emplear tales armas y sus sistemas vectores, o traficar con ellos. El riesgo es real, y se ve facilitado por los rápidos avances de la ciencia y la tecnología, así como por la expansión del comercio internacional.
En atención a ello el Perú copatrocinó las resoluciones 1540 (2004) y 2325 (2016) del Consejo de Seguridad. Consideramos que constituyen instrumentos esenciales para promover una urgente universalización y aplicación integral de los tratados multilaterales de prevención de la proliferación de las armas de destrucción masiva. Más aún, consideramos imperativo el desarrollo y la implementación de legislaciones nacionales para controlar eficazmente las transferencias ilícitas de este tipo de armas, sus componentes y sistemas vectores.
En este orden de ideas, destacamos que el Perú ha hecho importantes esfuerzos para cumplir con sus obligaciones en materia de seguridad nuclear, seguridad radiológica y protección física de materiales nucleares, derivadas de las mencionadas resoluciones del Consejo de Seguridad. Conforme a lo detallado en los informes presentados, hemos adecuado nuestra normativa y hemos adoptado diversas medidas penales y administrativas para un efectivo control migratorio y aduanero en los ámbitos aéreo y marítimo.
El Perú considera, además, que los esfuerzos por enfrentar las amenazas de acceso a estas armas por agentes no estatales, deben ser complementados con una mayor cooperación en los ámbitos subregional y regional, orientada a la prevención y a la transferencia de tecnología con fines pacíficos. Esta fue la posición llevada recientemente por el Perú a la “Conferencia regional de acercamiento con la industria sobre la resolución 1540 para los países de la Alianza del Pacífico y Brasil”, organizado por la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas en la ciudad de México en junio pasado.
Asimismo, resulta imprescindible lograr una inequívoca, predecible y consistente actuación de parte de los órganos encargados de implementar el régimen de no proliferación, en particular el Consejo de Seguridad. Otro desafío importante para dicho régimen jurídico internacional es el de la necesaria eliminación de las armas de destrucción masiva en poder de diversos Estados. Esta es una aspiración permanente de la comunidad internacional cuya realización requiere de una mayor participación de la sociedad civil y la comunidad científica, incluyendo a organizaciones no gubernamentales especializadas.
En conclusión, señor Presidente, el Perú ratifica su firme compromiso con el cumplimiento de la normativa internacional dirigida a la no proliferación de las armas de destrucción masiva y con los correspondientes esfuerzos de cooperación y coordinación internacional, con el fin último de liberar al mundo del enorme riesgo que implican.
Muchas gracias señor Presidente
Permítame felicitar la decisión de la presidencia del Consejo de profundizar en el prometedor concepto de “paz sostenible”, a través de este debate centrado en uno de sus componentes esenciales, la prevención de conflictos.
Hemos tomado atenta nota de las importantes iniciativas que desarrollará el Secretario General António Guterres en esta materia, las cuales el Perú agradece y valora; y de las propuestas e ideas planteadas por las delegaciones que nos antecedieron.
Señora Presidente,
Mi delegación aprovecha la ocasión para destacar tres aspectos fundamentales para una más eficiente y eficaz labor de prevención: la optimización del flujo y de la calidad de la información sobre conflictos emergentes, la aproximación integrada y transversal para atender las causas estructurales del conflicto, y la búsqueda de un renovado compromiso político.
En lo que respecta al tema de la información, el Perú aprecia con satisfacción las recientes medidas adoptadas por el Secretario General tras asumir el cargo. Una de ellas, que estimamos será de especial utilidad, es el fortalecimiento y mejora del Centro de Operaciones y Crisis.
El Perú entiende que este instrumento debe servir para desarrollar un más elevado nivel de procesamiento y análisis de información proveniente de fuentes confiables. Para ello debemos fortalecer las unidades de estudio y evaluación de la Organización tanto en el terreno como en la propia sede central, dotándolas de adecuado capital humano, brindándoles los necesarios recursos logísticos, y haciendo un uso mucho más intensivo de las tecnologías de la información.
Mi delegación considera también que el análisis que se realice de una cadena de sucesos, y la respuesta que en atención a ello se implemente, deben seguir siempre una aproximación multidisciplinaria, en la que elementos políticos, económicos, sociológicos, culturales y de otros campos del conocimiento sean recogidos y evaluados en forma integral. Solo así podremos abordar de una manera más eficiente las complejidades y particularidades de cada escenario de conflicto, y brindar respuestas oportunas y adecuadas.
De otro lado, respecto de la necesidad de prevenir los conflictos a través de una respuesta más multidimensional e integrada, el Consejo deberá prestar atención y apoyar los esfuerzos de la comunidad internacional para implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Como se reconoce en ella, el desarrollo sostenible no puede hacerse realidad sin que haya paz y seguridad, y la paz y la seguridad corren peligro sin el desarrollo sostenible. La Agenda 2030 reconoce también, entre otros alcances, la necesidad de construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, y al efecto nos compromete a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16. Expresamente busca abordar los factores que generan violencia, inseguridad e injusticias, como las desigualdades, la corrupción, la mala gobernanza, el extremismo violento y las corrientes ilícitas de recursos financieros y armas.
En alcance a esto, debemos recordar que en diciembre pasado, en su última resolución sobre la revisión de políticas del sistema de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Asamblea General ha reconocido que el desarrollo sostenible puede desempeñar un papel positivo para mitigar causas de los conflictos, los riesgos de desastres, las crisis humanitarias y las emergencias complejas. En este sentido, una respuesta integral del sistema deberá abarcar una mayor cooperación y complementariedad entre el desarrollo, la reducción de riesgos de desastre, la acción humanitaria y el sostenimiento de la paz. Esto es fundamental para responder con la mayor eficiencia y eficacia a las necesidades y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Señora Presidente,
Deseo referirme finalmente a la voluntad política que es necesario consolidar para fortalecer los esfuerzos en materia de prevención de conflictos en torno a la primacía del principio de apropiación nacional y de la aproximación centrada en la persona humana, los cuales han sido recogidos con claridad, por ejemplo, en las resoluciones idénticas sobre paz sostenible aprobadas en abril del año pasado tanto por el Consejo de Seguridad como por la Asamblea General, así como en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La Organización de Naciones Unidas, con la legitimidad que le otorga su membresía universal y los principios de la Carta, está llamada a ejercer un rol crucial en la prevención de conflictos, brindando asistencia, acompañamiento político y el financiamiento necesario para sentar las bases de una paz duradera.
Se trata, además, de un papel renovado en el que se combinan por primera vez, bajo el prisma de la paz sostenible, los pilares de la paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos, enfoque que el Perú está convencido es el más conveniente y el de mayores perspectivas de éxito.
Señor Presidente:
Al volver al Consejo de Seguridad por quinta vez en nuestra historia, mi delegación quisiera recordar y suscribir las palabras que pronunciara hace 44 años el Embajador Javier Pérez de Cuellar, entonces Representante del Perú ante las Naciones Unidas, al asumir como miembro no permanente para el período 1973 y 1974.
“Mi delegación traerá aquí su pequeño caudal de experiencia en las Naciones Unidas y se empeñará en el ejercicio de su mandato en estudiar intensa y seriamente los problemas que confronte, con el ánimo de aportar una contribución reflexiva y desapasionada a la solución de los mismos dentro de las pautas que han trazado el espíritu y la letra de la Carta”.
El Perú agradece a la Secretaría por la información proporcionada sobre la situación que se vive en la República Islámica de Irán. Al respecto, en primer lugar, lamentamos la pérdida de vidas humanas, recordamos que las libertades de expresión y asociación son derechos inalienables, y subrayamos que las autoridades iraníes tienen la responsabilidad de proteger a toda persona y de garantizar el pacífico ejercicio de sus derechos y libertades fundamentales.
Desde la perspectiva de la paz y la seguridad internacionales, queremos compartir tres puntos:
Primero.- Consideramos que el Consejo de Seguridad, órgano principal para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, como hemos indicado en la votación procedimental hace unos momentos, debe estar siempre en la capacidad de coadyuvar a prevenir conflictos. Esto de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas . La situación registrada en Irán, un país particularmente relevante para la estabilidad en el Medio Oriente, ciertamente podría escalar. Situaciones similares en otros países de la región han tenido graves consecuencias en tiempos recientes.
Segundo.- El Perú tiene la convicción de que, para ser creíble, coherente y eficaz, la acción del Consejo debe reflejar el compromiso unánime de sus miembros, basado en un análisis riguroso, objetivo y desapasionado de los hechos. El Consejo mostró esa unidad y ese rigor, precisamente, al tratar la cuestión nuclear iraní. Su acción consecuente, que incluyó la imposición de severas sanciones, fue clave para alcanzar el Plan de Acción Integral Conjunto.
En mérito al Artículo 33º de la Carta, el Consejo de Seguridad puede investigar toda situación susceptible de conducir a fricción internacional, a fin de determinar si la prolongación de tal situación puede poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Mi país considera que el cumplimiento de este acuerdo, endosado y monitoreado por el Consejo. Esto es hoy esencial para preservar el régimen de no proliferación nuclear y se ve reflejado en su inclusión como un tema de agenda específico. El Perú prioriza la preservación de dicho régimen y destaca la necesidad de que el Consejo mantenga su unidad al tratar cuestiones relativas a Irán. En esa línea queremos subrayar la importancia de fortalecer el multilateralismo, la cooperación y el derecho internacional, para enfrentar los graves desafíos que la comunidad internacional enfrenta.
Tercero.- Notamos que la situación registrada en Irán refleja también la necesidad de atender las causas profundas de conflictos de larga data y alcance regional, que hacen evidente la vinculación entre paz y seguridad internacionales, desarrollo y derechos humanos. Ello implicaría, entre otras medidas, el pleno respeto por el derecho internacional y por las libertades y derechos fundamentales; el fomento de medidas de distensión y confianza, procesos de diálogo y negociaciones creíbles; una mayor participación de mujeres y jóvenes en los respectivos procesos nacionales; el desarme y la inversión en el desarrollo sostenible de la población; la no interferencia en asuntos internos; la prevención del riesgo de desastres naturales (como el terremoto sufrido en Irán hace unas semanas); la urgente atención a las crisis humanitarias; y, ciertamente, el acompañamiento político y la cooperación de la comunidad internacional.
Muchas gracias.
Señor Presidente:
1. Mi delegación saluda la oportuna convocatoria a este debate de alto nivel sobre las medidas de confianza requeridas para asegurar la no proliferación de armas de destrucción masiva, tema de particular relevancia y actualidad.
2. Saludamos especialmente al Presidente Nurusltan Nazabayev, y destacamos el vivo ejemplo que Kazajstán, bajo su liderazgo, representa para la comunidad internacional en el ámbito del desarme nuclear.
3. Agradecemos la importante presentación del Secretario General António Guterres. Desde nuestra actual capacidad como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad queremos aprovechar la ocasión para reiterarle nuestro decidido apoyo a su gestión.
4. Como se expresa también en el manifiesto “El Mundo. El Siglo XXI”, suscrito por usted, señor Presidente, nada está más lejos de los objetivos de paz, seguridad y desarrollo que la grave amenaza que representa la proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas, y sus respectivos sistemas vectores.
5. Coincidimos con tales visiones y, a partir de ello, queremos en esta oportunidad compartir tres alcances:
6. Primero: El Perú es un país comprometido con el desarme y los regímenes de no proliferación de armas masivas.
7. Consideramos que garantizar la paz y la seguridad internacionales implica eliminar el riesgo que tales armas representan. Para ello no hay mejor remedio que su no existencia, por lo cual se debe promover el desarme.
8. En virtud del Tratado de Tlatelolco para la Proscripción de las Armas Nucleares en Latinoamérica, somos parte de la primera Zona Libre de Armas Nucleares habitada en el mundo.
9. En línea con tales compromisos, abogamos por la universalización de instrumentos internacionales como el Tratado sobre la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares o el reciente Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que declara la ilegalidad de su uso y posesión.
10. Segundo: El Perú considera que los desafíos que enfrenta el régimen de no proliferación nuclear suponen la más grave amenaza a la paz y seguridad internacionales en el mundo actual. Por tanto, lograr que el Consejo de Seguridad se mantenga unido para responder con eficacia y coherencia a tales desafíos, constituye para nosotros una prioridad.
11. Desde nuestra perspectiva ello implica, en primer lugar, atender el desafío planteado por el programa nuclear y balístico de la República Popular Democrática de Corea.
12. La vigencia del régimen de no proliferación nuclear debe observarse también a través del cumplimiento del Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní, que constituye un ejemplo de aplicación de las medidas de fomento de la confianza garantizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
13. Queremos destacar también la importancia de mantener un compromiso del Consejo en torno al inaceptable empleo de armas químicas en Siria, con miras a investigar cabalmente los hechos y permitir sanción a sus responsables.
14. Tercero: En este complejo contexto, el Perú coincide en la necesidad de ir más allá de la imposición de sanciones. Promoviendo la diplomacia preventiva, debemos también construir la confianza requerida para salvaguardar los regímenes de no proliferación con un enfoque más integral.
15. En efecto, en muchos casos, la desconfianza tiende a generar percepciones de inseguridad que derivan en un creciente armamentismo. Es en esas percepciones en las que se debe trabajar para contrarrestar la proliferación y el armamentismo, en particular en el ámbito nuclear.
16. Para ello, el fomento de canales abiertos de comunicación y entendimiento mutuo, procesos abiertos y transparentes, mecanismos de observación o de verificación, protocolos de manejo de crisis, constituyen, entre otras medidas de fomento de la confianza, la base de una cooperación mínima que permita reducir el riesgo de escalamientos o accidentes de graves consecuencias.
17. Resulta finalmente fundamental entender estos esfuerzos de fomento de la confianza como un proceso complejo y gradual que incluya cooperación política, social y económica. Al mismo tiempo que garantice la estricta observancia del derecho internacional y los compromisos asumidos.
18. De esta forma estaremos en condiciones de combatir o minimizar, aquellas percepciones de inseguridad conducentes a la proliferación de las armas de destrucción masiva.
19. Hoy que el Perú tiene el privilegio de recibir la visita del Papa Francisco, queremos recordar el mensaje que Su Santidad transmitiera en setiembre de 2015 a la Asamblea General respecto del tema que hoy nos convoca.
20. Nos dijo en esa ocasión que “Una ética y un derecho basados en la amenaza de destrucción mutua – y posiblemente de toda la humanidad – son contradictorios y constituyen un fraude a toda la construcción de las Naciones Unidas, que pasarían a ser ‘Naciones Unidas por el miedo y la desconfianza’”.
Muchas gracias
Señor Presidente:
1. Mi delegación saluda la convocatoria a esta reunión sobre los métodos de trabajo del Consejo de Seguridad y la implementación de la Nota 507. Saludamos la participación del señor Ian Martin, Director Ejecutivo de Security Council Report, y le damos las gracias por su interesante presentación.
2. Expresamos nuestro compromiso con el trabajo del Consejo en este importante ámbito, que consideramos debe seguir estando guiado por la Carta de las Naciones Unidas y el correspondiente Reglamento Provisional.
3. Es importante el desarrollo progresivo de la práctica y su correspondiente compilación. Esto sobre la base de los principios de coherencia, transparencia, rendición de cuentas, inclusión, eficiencia y predictibilidad, entre otros.
4. El Perú reconoce a los miembros de este Consejo que, en agosto pasado, bajo el liderazgo de la delegación de Japón y del Embajador Koro Bessho, adoptaron por unanimidad la última Nota 507. Destacamos la rigurosidad para considerar recomendaciones y aportes de todos los miembros de la organización.
5. Dichos aportes incluyen los del Grupo ACT, que el Perú integra y a cuya declaración adherimos. Queremos reiterar nuestro compromiso con la implementación de su Código de Conducta, en especial respecto a la limitación del uso del veto en casos de crímenes atroces.
6. Los métodos de trabajo del Consejo deben garantizar una interacción oportuna con la Secretaría, en torno a riesgos y amenazas emergentes a la paz y la seguridad internacionales. Consideramos que esto es de la mayor importancia para prevenir la ocurrencia, el escalamiento y la resiliencia de los conflictos.
7. Aprovechamos también esta ocasión para destacar algunas buenas prácticas e identificar áreas en donde consideramos que es conveniente seguir avanzando:
8. Primero, ha sido para nosotros particularmente útil observar, tres meses antes de nuestro ingreso formal, las sesiones cerradas del Consejo y de sus órganos subsidiarios.
9. Estimamos positivo consolidar esta práctica, y extenderla a la observación de los procesos de negociación de las resoluciones y declaraciones presidenciales. Agradecemos el apoyo recibido de los miembros del Consejo durante nuestro proceso de preparación, así como el de la Secretaría y el de organizaciones de la sociedad civil.
10. En segundo lugar, destacamos que la nota 507 reconozca la capacidad de todos los miembros del Consejo para proponer y redactar los documentos que este adopta. Consideramos positiva la posibilidad de establecer (co-penholderships). En alcance a ello, queremos manifestar nuestra disposición a contribuir en estas responsabilidades.
11. Saludamos que, en este primer mes de nuestra participación en el Consejo, se haya venido cumpliendo con convocar a todos sus miembros al menos a una reunión de consultas sobre los documentos adoptados.
12. Estimamos conveniente complementar la labor de los “penholder” con la visión de las presidencias de los órganos subsidiarios, según corresponda. Los informes de los Paneles de Expertos y las visitas al terreno proveen información sustantiva de primera mano que es importante considerar al redactar una resolución o una declaración.
13. Tercero, en aras de la transparencia, estimamos importante compartir nuestras posiciones públicamente durante las sesiones informativas del Consejo. Mantendremos por ello la buena práctica iniciada por Uruguay, y favorecemos hacerla extensiva a los órganos subsidiarios del Consejo, según corresponda.
14. Reconocemos, asimismo, la utilidad de las consultas cerradas para complementar los debates abiertos y favorecer una mayor interacción entre los miembros del Consejo, así como con la Secretaría.
15. Estimamos que sería útil que, al concluir las reuniones del Consejo, la Presidencia pudiera siempre ofrecer a la prensa un resumen de los principales elementos tratados en ellas. Máxime cuando no se hayan adoptado documentos formales.
16. En este orden de ideas, también consideramos positivas las sesiones dedicadas a presentar el programa de trabajo mensual del Consejo a todos los miembros de la Organización, y las llamadas sesiones de “wrap-up” al cumplirse dicho programa mensual.
17. De otro lado, consideramos necesario que, al proponer el tratamiento de un tema urgente o bajo el formato “otros asuntos”, las delegaciones interesadas acompañen información sobre los aspectos puntuales que proponen tratar.
18. Finalmente, mi delegación considera indispensable que la implementación de sanciones respete plenamente el debido proceso. En ese sentido es urgente designar al Ombudsperson del Comité de Sanciones ISIS – Al-Qaida. Asimismo, es conveniente evaluar la pertinencia de extender esta figura a otros comités de sanciones.
19. Señor Presidente, quiero reiterar a la delegación kuwaití nuestro apoyo al éxito de su gestión a cargo del Grupo de Trabajo Oficioso sobre la Documentación y Otras Cuestiones de Procedimiento. El Perú apoyará decididamente toda iniciativa encaminada al mejoramiento de los métodos de trabajo de este Consejo.
Muchas gracias
Señor Presidente:
1. El Perú saluda la convocatoria a esta reunión de alto nivel. Agradecemos la orientadora presentación del Secretario General António Guterres. Damos la bienvenida al ex Secretario General Ban Ki-moon, y le agradecemos por su valiosa presentación.
2. Queremos saludar especialmente la presencia del señor Shrikh Sabah Khaled, Vice Primer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores de Kuwait, y otras altas autoridades.
3. Ante la creciente complejidad de los desafíos globales que hoy enfrentamos, el Perú considera de la mayor importancia fortalecer el multilateralismo y renovar la Organización para hacerla más coherente y eficiente en su apoyo al sostenimiento de la paz.
4. Apoyamos por ello las reformas impulsadas por el Secretario General, y lo alentamos a perseverar en ese esfuerzo. Y consideramos muy oportuno reflexionar sobre la vigencia de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
5. En esta ocasión nos vamos a centrar en la importancia del principio de arreglo pacífico de las controversias y de una Organización más activa en la promoción de los medios pacíficos listados en el Capítulo VI de la Carta: negociación, investigación, mediación, conciliación, arbitraje, arreglo judicial, organismos o acuerdos regionales.
6. Saludamos las iniciativas del Secretario General en este ámbito. En concreto, la mediación y la interposición de buenos oficios en numerosos países, con miras a prevenir conflictos o su escalamiento. Vemos con expectativa la creación del Consejo Consultivo de Alto Nivel sobre Mediación y el Consejo de Seguridad.
7. En línea con ello, el Perú alienta que este Consejo cumpla un papel más activo en el marco de sus labores, promoviendo y recomendando el recurso de los estados miembros a los referidos medios pacíficos. Tenemos la convicción de que ello constituiría una contribución mayor a la paz y la seguridad internacionales.
8. En nuestra historia reciente hemos recurrido a la Corte Internacional de Justicia, all arbitraje y a las negociaciones apoyadas por países garantes para resolver sensibles y complejas controversia de límites que sostuvimos con nuestros vecinos. Vecinos con los cuales, resueltas las controversias, hoy mantenemos las mejores relaciones de confianza y cooperación.
Señor Presidente:
9. El Perú está comprometido con el derecho internacional y su desarrollo progresivo. Por ello nos preocupa la forma poco sistemática con la que muchas veces se interpreta la Carta de las Naciones Unidas, para atribuir cualidades absolutas a determinados principios en detrimento de otros.
10. Con frecuencia se observa la contraposición entre los principios de soberanía, integridad territorial y no interferencia, de un lado; y de otro, los de la justicia y el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los estados de conformidad con la propia Carta, incluyendo las responsabilidades en materia de derechos humanos.
11. El resultado suele ser un impasse, que lamentablemente impide la cooperación requerida para que el sistema de seguridad colectiva pueda desarrollar una diplomacia preventiva eficaz, a favor de la paz y la seguridad internacionales.
12. Ante ello, debemos tener presente que los principios listados en el Artículo 2 de la Carta están orientados hacia la acción colectiva, y que en ese sentido son complementarios. La Carta compromete a todos los estados miembros a cooperar, respetando sus respectivos ámbitos de soberanía, para realizar los propósitos listados en su Artículo 1.
13. En este orden de ideas y para concluir, señor Presidente, queremos recordar que el primer propósito consagrado en la Carta es, precisamente, el de mantener la paz y la seguridad internacionales (Artículo 1.1).
14. A tal fin, expresamente la Carta nos compromete a tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz. Asimismo, a lograr por medios pacíficos y de conformidad con los principios de la justicia y el derecho internacional, el arreglo de controversias o situaciones susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz.
Señor Presidente:
15. Como ha referido, este mes conmemoramos la liberación de su país, que fue posible gracias a la respuesta a una flagrante agresión por parte este Consejo, en aplicación del Capítulo VII de la Carta. Eso fue en 1991, hace 27 años.
16. El entonces Secretario General Javier Pérez de Cuéllar extrajo algunas conclusiones importantes de ese episodio histórico, y las incluyó en su última Memoria Anual. En atención a su relevancia para una aplicación más efectiva del Capítulo VI de la Carta, me permito citar algunas de ellas:
17. “Las hostilidades en el Golfo Pérsico han demostrado con penosa claridad que la devastación de Estados, la pérdida de vidas inocentes, los daños infligidos al medio ambiente y los sufrimientos inenarrables de millones de seres humanos, han representado un fracaso por demás alarmante de la diplomacia colectiva.
18. Tras la experiencia de las hostilidades, es preciso hacer nuevamente hincapié en la necesidad de una diplomacia preventiva. Esta presupone una capacidad de alerta temprana, la cual, a su vez, exige disponer de una base de datos fidedigna procedente de fuentes independientes.
19. Hay complementariedad en que el Secretario General disponga de todos los medios que presupone el Artículo 99 de la Carta y que el Consejo de Seguridad (de conformidad con el espíritu del Artículo 34) mantenga un temario de paz que no se limite únicamente a los temas inscritos oficialmente”. [Fin de cita].
20. Más de un cuarto de siglo después, los desafíos y amenazas a la paz y la seguridad son acaso más complejos, pero es evidente que los principios y propósitos consagrados en la Carta mantienen su vigencia y relevancia.
Muchas gracias.
Señor Presidente:
1. Agradecemos la convocatoria a esta reunión y la presentación del señor Tadamichi Yamamoto (Representante Especial del Secretario General y Jefe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán – UNAMA) sobre la situación en Afganistán.
2. Queremos saludar especialmente la presencia de la señora Ministra (de Comercio y Cooperación Internacional de los Países Bajos) Sigrid Kaag.
3. Saludamos a todas la mujeres en el Día Internacional de la Mujer, y reafirmamos nuestro compromiso con la agenda de “Mujeres, Paz y Seguridad” de este Consejo. Esto incluye la protección de mujeres en situaciones de conflicto y crisis humanitaria, su empoderamiento, y la promoción de su participación en la consolidación y sostenimiento de la paz.
4. Agradecemos las presentaciones de las señoras Habiba Sarabi (Vicepresidente del Consejo Superior de la Paz) y Mariam Safi (Directora Fundadora de la Organización para la Investigación de Políticas y Estudios de Desarrollo – DROPS), y les expresamos nuestro reconocimiento por su labor en favor de la participación de las mujeres, así como su liderazgo para lograr una paz sostenible.
5. Durante la visita de este Consejo a Afganistán, en enero pasado, pudimos apreciar los loables esfuerzos del Gobierno y de la Primera Dama de Afganistán, y de las organizaciones de mujeres, por promover la paz y la seguridad en su país.
6. Al renovar el mandato de la UNAMA, queremos reconocer la labor que ha desempeñado en apoyo a las mujeres afganas. Queremos asimismo reconocer la labor de los Países Bajos como penholder para fortalecer su mandato en apoyo al Plan Nacional de Mujer, Paz y Seguridad, y señalar la necesidad de financiar su implementación.
7. El Perú sigue con atención y preocupación los desarrollos en Afganistán. Debemos condenar la continuación de la violencia terrorista en Kabul y Jalalabad, y expresar nuestro pesar y solidaridad con las víctimas.
8. Consideramos imprescindible investigar y sancionar, en el marco del estado de derecho y el debido proceso, todo acto o actividad terrorista. Los Talibanes, incluida la red Haqqani, así como Al-Qaida y Da’esh, deben rendir cuentas por los crímenes cometidos.
9. Consideramos asimismo necesario perseverar y fortalecer los esfuerzos para enfrentar la corrupción y prestar especial atención al tráfico ilícito de drogas. Se trata de flagelos que en muchos casos benefician a los grupos terroristas y que en definitiva socavan la institucionalidad y el tejido social del país.
10. Ante el evidente agravamiento de la seguridad en Afganistán, destacamos la necesidad de preservar la estabilidad para avanzar en los procesos de diálogo político y reconciliación nacional, celebrar elecciones inclusivas en 2018 y 2019, y alcanzar una paz sostenible.
11. El Perú apoya el Proceso de Kabul, concebido y liderado por los propios afganos, y subrayamos la conveniencia de favorecer una mayor participación de mujeres y jóvenes.
12. Saludamos los esfuerzos del gobierno por entablar negociaciones de paz y esperamos que sus contrapartes se comprometan de buena fe en el proceso de reconciliación.
13. Queremos destacar la importancia del acompañamiento y la cooperación internacional, regional y bilateral con el proceso afgano. Destacamos especialmente la labor cumplida por UNAMA y el apoyo de los Estados del Asia Central, así como la iniciativa de la República Popular China por establecer un diálogo a tres partes con Afganistán y Pakistán.
14. Para concluir, señora Presidente, en esta fecha en que conmemoramos las luchas de la mujer, queremos destacar las palabras del Secretario General, António Guterres en las que señala que la participación de la mujer hace que los acuerdos de paz sean más sólidos, las sociedades más resilientes y las economías más vigorosas.
Muchas gracias